
Sigo sosteniendo que para ser emprendedora lo único que hace falta es actitud. Todos los demás ingredientes se aprenden con capacitación y capitalizando experiencias.
Para muchas mujeres, el paso inexorable del tiempo es una traba, consideran que es determinante para sus proyectos, que llegando a cierta edad sus posibilidades se acortan. Y puede ser realidad dependiendo del contexto que nos rodea y de la manera en que nos tomamos la vida.
Pero les aseguro que la mayoría de Mujeres, un 80% de las emprendedoras, lo son en su proyecto laboral como personal y nada las detiene. Acá les dejo un caso de una Mujer de 71 años: Matilde Martínez de Rio Grande.
Creo que si cada una de nosotras se pone a pensar y analizar, seguramente conocerá a muchísimas Matilde Martínez pero sin prensa ni reconocimiento alguno.
¿Me cuentan?